¿Nafta súper o premium?

¿Súper o Premium? Esta pregunta surge en cualquier ámbito y muchas veces, ante la duda, optaste por invertir más y despreocuparse del tema. Mientras que otras optaron por ahorrar y terminaron con un dolor de cabeza. Por eso hoy vamos a tocar el tema para que puedas elegir bien.

En los surtidores suelen encontrarse dos opciones en cuanto a nafta: Súper y Premium. La principal diferencias entre las dos clases es el número de octanos, que es de RON 95 en la Súper y a partir de RON 98 en las Premium (RON, por Research Octane Number). ¿Tres octanos mejoran la performance del auto?

“Te puedo asegurar que no. No habrá ninguna diferencia. Solo tenés que respetar las indicaciones del fabricante y cargar en estaciones de servicio de marcas reconocidas con mucho movimiento diario”, contesta el ingeniero mecánico Alberto Garibaldi, quien posee una extensa trayectoria en la Industria Automotriz local e internacional.

¿Qué significa respetar las indicaciones del fabricante? Fijate en la etiqueta que está pegada en la tapa que abrís para cargar combustible, ahí te informa el octanaje indicado para tu auto. Si no encontrás la info, tenés que buscarla en el manual del auto que detallará el estándar mínimo recomendado por el fabricante. Allí suele indicarse el número de octanos. Y esto debe respetarse siempre. Podés cargar sin problema una nafta de mayor octanaje a la indicada en el manual, pero nunca una de menor grado.

¿Qué es el octanaje? El nivel de octanaje de la nafta no tiene que ver con la buena o mala calidad del combustible. Esta medida, que va de 0 a 100 octanos, se refiere al tiempo que demora en hacer combustión. En decir, el octanaje mide su capacidad de alcanzar la ignición en el momento justo en que el motor lo necesita, ni antes ni después.

¿Qué tipo de naftas existen?

• Nafta Super (de Grado 2): Es la opción más económica y tiene un octanaje de 95. La utilizan los motores de baja a media compresión.
• Nafta Premium (de Grado 3): Tiene un octanaje de 98 y es más resistente a la detonación que la anterior, y la utilizan los motores de alta compresión y rendimiento.

¿Qué pasa si cargo una de menor octanaje que el recomendado? No es lo indicado y por ello puede producirse una detonación prematura, lo que puede reducir la potencia y la eficiencia del motor. Por ello podrás notar una baja en su performance y un aumento en el consumo. Ante una situación particular, si tuviste que cargar nafta con un octanaje inferior, el ingeniero Garibaldi aclara: “mientras no aceleres bruscamente o trates de llevar el motor a fondo pasa poco o nada. El secreto es trabajar de medio acelerador para abajo, y con ello se evita el fenómeno de la “detonación” o pistoneo como lo llamamos familiarmente. En síntesis, con un manejo suave y prudente no pasa nada“.

Es importante que utilices el octanaje recomendado por el fabricante del motor. Si usas un octanaje inferior al recomendado, con el tiempo  podés tener un impacto negativo en el rendimiento y la durabilidad del motor. Mientras que si le cargás nafta con un octanaje más alto que el recomendado, no vas a tener  beneficios adicionales, es un mito que mejora el rendimiento del motor.

La diferencia entre una nafta súper o premiun es mínima si se la compara con el diésel, ya que la utilización de uno común o uno premium es sustancial y puede ocasionar daños en el motor.

Los gasoleros fabricados desde mediados de la década pasada utilizan una mecánica llamada “common rail”, que exige la utilización de combustible Grado 3, conocido como diésel Premium. Este se caracteriza por su muy bajo contenido de azufre (10 partes por millón en los mejores casos).

Mientras que los utilitarios y camiones más viejos pueden cargar tanto combustible Grado 3 como Grado 2, usualmente llamado “gasoil común”. Esta opción de menor precio puede contener hasta 1.000 ppm de azufre, según la normativa vigente.

Lo que tenés que saber es que no se debe usar gasoil común en un diésel actual common rail ya que puede ocasionar diversos problemas futuros, además de derivar a acumulación de impurezas y fallas motrices en el mediano plazo.