¿Los airbags tienen vencimiento?

Los airbags resultan un pilar fundamental desde su introducción en la década de 1970. Estos dispositivos, diseñados para desplegarse rápidamente en caso de un impacto, han salvado millones de vidas en todo el mundo. Sin embargo, a medida que los vehículos envejecen, surge una pregunta fundamental: ¿caducan los airbags del auto?

Aunque no existe una regla universal sobre la vida útil de un airbag, los fabricantes, la Dirección General de Tránsito de España (DGT) y el Centro de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) sugieren revisar el sistema de airbag entre los 10 y 15 años. Y para los autos más antiguos, fabricados antes de 1990, es prudente considerar el cambio de los airbags como medida de precaución. Esta recomendación se basa en la posibilidad de que los materiales que componen los airbags, como el tejido y los sensores, puedan degradarse con el paso del tiempo, lo que podría afectar su capacidad para desplegarse de manera efectiva en caso de accidente. No obstante, en los vehículos más modernos, fabricados a partir de 1990,  la DGT y CESVI destacan que el airbag debería durar toda la vida útil del mismo. Pero ojo, si el auto estuvo involucrado en un accidente significativo, es crucial verificar y, si es necesario, reemplazar los airbags y otros componentes de seguridad afectados. Si se activaron, es obligatorio sustituirlos; pero incluso si no se desplegaron durante el accidente, el impacto puede haber comprometido su integridad y eficacia futura.

Para tener más en claro la caducidad de los airbags, te recomendamos leer el manual de mantenimiento de tu auto y controlar su funcionamiento en los servicios de mantenimiento regulares. Y tené en cuenta que su correcto funcionamiento es controlado por una central electrónica que de advertir un inconveniente va a encender la luz testigo en el tablero.

Ante una desaceleración muy brusca, como la que se produce en caso de un impacto frontal, un sistema de sensores se activará y le enviará una señal eléctrica al inflador del airbag, que lo inflará en apenas unos milisegundos. Una vez desplegado, actuará como una almohada de protección, absorbiendo parte del impacto y reduciendo el riesgo de lesiones graves para las pasajeras. Hay que aclarar que el airbarg no es eficaz si no tenés puesto el cinturón de seguridad, ya que ambos están pensados para funcionar de forma complementaria.

• Absorber parte de la energía cinética del cuerpo, frenando suavemente el movimiento de las pasajeras.
• Evitar un impacto contra elementos interiores del coche (volante, salpicadero o parabrisas).
• Reducir el riesgo de heridas producidas por fragmentos de cristal procedentes del parabrisas, sobre todo en cara y ojos.
• Disminuir el movimiento de la cabeza y, con ello, el riesgo de lesiones cervicales.

Hace 30 años los vehículos solo contaban con airbags frontales, pero hoy existen otros tipos como laterales, de cortina e incluso de rodilla. Todos están diseñados para protegerte en los distintos escenarios que puedan ocurrir.