Al andar en bici generamos endorfinas. Contribuimos a una buena causa, el cuidado del medio ambiente y la disminución de tránsito. Movemos nuestro cuerpo.
Actualmente la cultura de la “Bicicleta” crece y esto ocurre no solamente a nivel mundial, sino que en nuestro país y sobre todo en las ciudades de Rosario y Buenos Aires que tomaron nota y rápidamente se convirtieron en referentes a nivel sudamericano en relación a construir espacios seguros para que el ciclista esté lo más segregado posible de los otros actores con los que comparte el tránsito. Es por eso que en estas ciudades se construyeron varios kilómetros de ciclovías y bicisendas en los últimos años.
¿ Y por qué esta cultura de la “bicicleta” creció tan rápidamente?
Primero porque es saludable, no importa tu edad, siempre te podés subir a una bici, porque como sostienen todos los especialistas de la medicina, se queman varias calorías en pocos minutos. Dependiendo siempre de la masa corporal y la velocidad, vas a quemar entre 100 y 200 cada media hora mientras vayas entre 15 y 20 km/h, que dicho sea de paso es una velocidad media que puede desarrollar una bici.
También protege tus articulaciones, en especial las rodillas ya que le da fortaleza a todos los músculos que se localizan en esa zona, claro que no son los únicos músculos que se tonifican. Glúteos, muslos, también se ven beneficiados por el “andar en bici”, que ayuda a combatir la celulitis, un gran problema que nos afecta a las gran mayoría de las mujeres (si no sos una de ellas, por favor envíanos tu receta ya!!!).
La espalda es otra parte de nuestro cuerpo beneficiada. Estamos inclinadas levemente y la musculatura trabaja de forma moderada. Para las que estamos muchas horas con la computadora, es bueno darle un poco de respiro y actividad.
También tiene efectos sobre nuestra circulación, el colesterol y lógicamente sobre nuestra actividad cardiovascular.
Ayuda a combatir el estrés y la depresión. Pedalear genera endorfinas (al igual que otros deportes), al igual que la risa, la actividad sexual o el comer chocolate, entre otras actividades.
Pero por sobre todas las cosas porque también usando la bici, ayudamos a cuidar el medio ambiente. Y cuando ayudás te sentís muy bien.
Recordá, que cuando manejás una bici, también sos una mujer al volante! Respetá las normas de tránsito y no te olvides de ceder el paso al peatón.
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