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Entrevista “Al volante de la vida“ con Jesica Salvini

enero 27, 2023
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Jesi es Ingeniera mecánica y trabaja en la Pista tratando de mejorar la performance del auto y de quien lo conduce. Hace 30 años, cuando los Reyes Magos le regalaron un scalectric, jamás pensaron que esa niña iba tener su propia pista para desplegar su pasión y profesionalismo. Mientras se prepara para el inicio del campeonatos nos compartió su historia y nos contagió ese amor por lo que hace y sus ganas de seguir aprendiendo.

¿Cómo comenzó tu relación con los autos?

Mi familia es muy fierrera, pero fue mi papá el que desde chiquita me llevó a ver carreras. Él tenía una Chevy y le apasionaba, y me fue contagiando ese amor. Después con los años se transformó en una pasión para mí.

 ¿De chica, te atraían los autitos?

            Una vez los reyes magos me trajeron una pista de scalectric, así que evidentemente si! Tuve muñecas, tuve autitos… mis carpetas del colegio tenían pegados a mis pilotos favoritos, y en mi diario íntimo escribía los resultados de las carreras. Por suerte tuve en mi familia libertad de elegir lo que más me interesaba o divertía, y era algo que siempre compartíamos mucho.

 ¿A qué edad aprendiste a manejar y quién te enseñó?

            Aprendí a los 13 años, me enseñó mi padrino, que le ganó de mano a mi papá! Jejej me acuerdo que él en ese momento tenía un Renault 19 (con el que aprendí) y todavía no tenía hijos, asi que yo pasaba mucho tiempo con él y siendo él muy fierrero también, me quiso enseñar, y yo aproveché!

¿Cuál fue tu primer auto?

            Un Chevrolet Astra, porque siendo hincha de la marca siempre dije que mi primer auto iba a ser un Chevrolet. Ese modelo de Astra corría en TC2000 y yo estaba enamorada de ese auto. Años después cuando tuve la posibilidad me lo pude comprar, y fue justo cuando estaba estudiando en la facultad, así que fue a su vez (y gracias a su mecánica simple) una especie de auto escuela para mi, trataba de meter mano todo lo que podía. Lo quise mucho, y nunca me decepcionó.

¿El mejor viaje que tuviste al volante?

            Fueron muchos, nada me relaja más que salir a la ruta. Pero los recuerdos más lindos son de más chica, con mi familia viajábamos mucho por el país. Y yo siempre me sentaba en el asiento trasero derecho para poder ver como manejaba mi papá. Él manejaba muy bien y me gustaba mucho observarlo para poder copiarlo después. 

¿Cuándo se despertó tu vocación?

            No sabría decirte en qué momento se despertó, porque siempre me gustaron los autos y las carreras, y siempre me interesó saber como funcionan las cosas, como se construyen, como son los mecanismos. De chica me gustaba mucho la astronomía y la física también. Pero todo eso se reunió cuando al terminar la secundaria tuve que elegir qué estudiar, y realmente no sabía cuál era la carrera que incluyera todas estas cosas, no había ningún ingeniero en mi familia. Investigando un poco me dí cuenta de que Ingeniería Mecánica era la carrera que más se ajustaba a lo que yo quería, y sobre todo cuando supe que en el ITBA (mi universidad) existía la focalización automotriz dentro de Ingeniería Mecánica, supe que era por ahí.

 ¿Disfrutaste la carrera? ¿Había otras mujeres?

            Si, disfruté mucho la carrera. Obviamente, las épocas de examen no son fáciles, pero es toda una experiencia que te fortalece un montón. Conocí mucha gente con la que me identifiqué, hice amigos, estudié lo que me gustaba, encontré a mis mentores profesionales. Incluso la facultad me permitió iniciarme en lo laboral dentro del ámbito automovilístico. Había otras mujeres, y si bien éramos una minoría, me gustaba que cada una tenía muy en claro lo que quería hacer (ingeniería es muy ámplio en todo lo que abarca, y hay para todos los gustos). Si bien yo era la única de mi camada con este interés particular por la parte automotriz, me pone contenta que de a poco van sumándose cada vez más en las nuevas promociones de ingenieros.

¿Cómo fueron tus inicios en lo laboral?

            Empecé de la mano de dos de mis profesores de la universidad que ya trabajaban como jefes de equipo en categorías de competencia nacional. Al ver el entusiasmo que me generaba, me propusieron comenzar a trabajar en el Centro de Ingeniería Mecánica de la facultad (para nosotros, el taller) y luego ir a las carreras. Fueron mis mentores, me enseñaron mucho y me abrieron una gran puerta que yo pensé iba a ser difícil de abrir, sobre todo siendo mujer. La primera vez que pisé un autódromo ya como parte de un equipo supe con toda seguridad que ahí es donde tenía que estar.

¿Sentís que por ser mujer te costó más hacerte camino en un mundo tan masculino?

            No. Era un gran miedo que yo tenía, pero no fue un problema. Recibí mucha ayuda, y puse mucho trabajo y pasión, al igual que todos los que pertenecemos a ese ambiente. Es una actividad muy demandante, con muchos viajes, horarios complicados y mucho tiempo fuera de casa, entonces requiere mucha dedicación. Yo creo que si una pone esa dedicación y demuestra que le importa ganar tanto como a los demás, ser mujer o varón es indistinto. 

¿Cómo es tu trabajo diario? 

            Soy Ingeniera de Pista, con lo cual mi trabajo más importante se dá durante los fines de semana de carrera y los días de prueba en autódromo. Mi objetivo es mejorar la performance en pista del auto y piloto como conjunto, para lo cual me baso en toda la información que tengo disponible: Sistemas de adquisición de datos, cámaras abordo, tiempos parciales del circuito, y algo muy importante, el feedback del piloto sobre las tendencias o vicios que puede tener el comportamiento del auto. En base a ese análisis se realizan cambios en la configuración de suspension o aerodinámica del auto (lo que llamamos puesta a punto), con el objetivo de mejorar la performance (sea el tiempo de vuelta, la regularidad o la velocidad final, dependiendo el caso). Se debe seguir un estricto cronograma de competencia, y conlleva mucha comunicación y coordinación en todo el equipo para que cada uno pueda hacer su parte. Se tiene que ser muy cuidadosa y prolija con la información, ya que todo lo que se hace se registra para el seguimiento del desgaste de las partes del auto, y porque además queda como registro en base de datos del equipo para futuras competencias.

¿Hay mujeres trabajando en el equipo?

            Si, hoy en día hay muchos roles que nosotras ya empezamos a ocupar, no sólo en la parte técnica. La parte de organización y prensa tiene una relevancia muy grande en los equipos de alta competición, e incluso hay mujeres como mecánicas. En las competencias en el exterior es más común ver mujeres ocupando todo tipo de puestos, y en nuestro caso de a poco se va diversificando. Jessi ón, ahí podremos hablar realmente de inclusión y diversidad.

 ¿En qué están trabajando actualmente?

            En este momento del año todo se prepara para el inicio de los campeonatos, con lo cual hay más trabajo de taller en cuanto al diseño y construcción de los autos nuevos, el repaso y puesta a punto de los que ya estaban. Se aprovecha el receso de verano para hacer desarrollos técnicos más profundos que quizás durante el año son más difíciles de implementar.

¿Cómo te ves en 10 años?

            Me es difícil visualizar donde puedo llegar a estar porque muchas veces la vida me sorprende con oportunidades, y no llevo lo que llamaríamos una vida “tradicional”. Pero de lo que estoy segura es que voy a seguir dedicándome a lo que me apasiona, que es el automovilismo. Quiero seguir capacitándome y aprendiendo, y no pierdo la motivación. Me gustaría mucho tener una experiencia internacional.

En tu opinión, ¿hay muchas mujeres trabajando en el mundo de los autos?. ¿Qué pensás que se podría hacer para aumentar su participación?

            Hay muchísimas mujeres interesadas en este mundo, y tan apasionadas como yo. En el caso particular de lo técnico, hay que entender que hay un proceso de formación y aprendizaje que se debe atravesar y que lleva su tiempo, entonces la inclusión no se da de forma inmediata. Me parece que la mejor manera de fomentarlo es dar oportunidades de estudio y formación (becas/ayudas económicas/cursos/etc.).

Tres consejos que le darías a las mujeres de la comunidad que quieran arrancar en ese mundo de los autos.

  • Lo primero es animarse. Hay un miedo muy grande a meterse en un ambiente que históricamente fue ocupado por varones, pero cuando una da el primer paso los caminos empiezan a abrirse. No tener miedo de ir a tocar puertas, alguna se va a abrir.
  • Capacitarse, aprender, preguntar, meter mano en todo lo que puedan. Hoy día hay muchisima información disponible. El conocimiento es poder.
  • No perder el norte y disfrutar el proceso. Muchas veces nos frustramos si no estamos ya donde quisieramos, e incluso a veces hay que barajar y dar denuevo. Me ha pasado a lo largo de mi carrera de tener complicaciones y tener que alejarme de este ámbito un tiempo, y fue muy frustrante, pero en mi corazón seguía estando ahí. Y por eso encontré la manera de volver, y en el camino aprendí muchísimo.

Tres cosas que amás de ser una mujer al volante.

            La independencia, por sobre todo. La adrenalina de testear un auto a velocidad en un circuito. La terapia de salir a la ruta, poner música y olvidarme de los problemas (o resolverlos).

 ¿Qué palabra se te viene al alma al pensar en estas palabras?

Ser mujer: Ser invencible.

Saber manejar: Ser independiente

Auto: Obra de arte de la ingeniería

Amigas: Regalo de la vida

Tres cosas que amás de ser una mujer al volante.
-La independencia.
-La adrenalina de testear un auto a velocidad en un circuito.
-La terapia de salir a la ruta, poner música y olvidarme de los problemas (o resolverlos).

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