En el Día Internacional de la mujer al volante, el Women’s World Car of the Year, del cual formamos parte, compartió los datos de una encuesta mundial sobre el lugar que ocupa la mujer en el automovilismo deportivo.
Desde 2021 el el Women’s World Car of the Year tomó el 24 de junio como el Día Internacional de las Conductoras, fecha que en Arabia Saudita se derribó la última barrera que existía en el mundo para las mujeres que deseaban ponerse al volante de un auto. En ese país se levantaba la prohibición de conducir a las mujeres, y así se eliminó la última traba para la movilidad de la mujer en todo el mundo.
El objetivo del WWCOTY es promover el Día Internacional de la Mujer Conductora para que las mujeres vuelvan a recuperar el protagonismo que tuvieron en los inicios de la historia del automóvil. Resulta una jornada que reivindica la movilidad como un derecho inalienable que contribuye a la libertad, dignidad, desarrollo personal y profesional de las mujeres. Conducir abre la puerta de la independencia a millones de mujeres de todo el mundo, a buscar un futuro mejor y a lograr condiciones de vida más justas cuando no se tienen o se han perdido.
Y este año dio a conocer qué papel juega la mujer en el automovilismo deportivo. La encuesta, liderada por la analista francesa Candice Bouzendorff, desvela que 17,9% de los entrevistados no conoce ninguna piloto, mientras que el 28,5% aprueba que haya categorías separadas en función del género. El estudio también destaca que el 29,6% de los entrevistados ignora si hay mujeres trabajando en el mundo de la competición.
Aficionada al deporte del motor, Bouzendorff se preguntó por qué la mujer no está más presente en la Fórmula 1 o por qué hay algunas categorías distintas en función del género, como ocurre con la W Series. Según el estudio, un 71,2% creen que diferenciar por género contribuye a que las pilotos tengan más fácil el acceso a categorías como la F1.
Las principales respuestas fueron: “Salvo en contadas ocasiones, una mujer no vale como piloto”; “Hay una falta de interés de las mujeres por este deporte”; “Los cuerpos son diferentes”; “Es una cuestión de virilidad”; “La F1 requiere una fuerza increíble, y las mujeres y los varones no tienen el mismo nivel”; “El rendimiento es diferente”.
Emilio de Villota, expiloto de Fórmula 1, está convencido de que no tardaremos mucho en ver a una piloto en la F1, y explica que actualmente un piloto profesional tiene que ser un deportista de elite. Ya no basta con ser delgado y realizar ejercicio asiduamente. Hoy la competición es muy exigente en el plano físico, nutricional y psicológico. Durante un Gran Premio se produce mucho desgaste; un piloto puede llegar a perder tres kilos de peso”.
La participación de la mujer en el automovilismo es cada día mayor. En la historia existen precedentes que marcan el terreno a las generaciones futuras. Es el caso de Teresa de Filippis, la primera mujer que corrió en la Fórmula 1 (1958); Lella Lombardi, la más laureada en la historia de la categoría reina; Desiré Wilson, recordada por ser la primera en subirse a lo más alto del podio de la F1; Michelle Mouton, cuatro victorias y nueve podios en el Mundial de Rallys; Jutta Kleinschmidt, ganadora del Dakar. O María de Villota, quien fue víctima del escepticismo de Bernie Ecclestone cuando le solicitó una prueba en 2011. La respuesta del patrón de la F1 fue “No creo que seas capaz de afrontar un test de 300 km en un Fórmula 1 y de que logres hacer unos tiempos que den la talla”. Ella le respondió: “El cronómetro es el que dicta sentencia”. María hizo la prueba, la superó y poco después pasó a formar parte del equipo Marussia.
En esta encuesta, el 82,1% de los participantes se mostraron a favor de que las mujeres tuvieran sus propios campeonatos por varios motivos: “Aumentaría las posibilidades de ascender a las categorías de promoción”; “Permitiría que participaran en más competiciones”; “Favorecería su visibilidad mediática”; “Contribuiría a destacar mejor sus habilidades”.
Por el contrario, entre los que consideraron que ambos géneros deben participar juntos, los argumentos esgrimidos fueron: “No hay ninguna razón para que los varones rindan más que las mujeres, o viceversa”; “El talento no tiene género”; “Una mujer es tan capaz como un hombre”; “Legitimaría la presencia de las mujeres en el deporte del motor”; “Los autos y las condiciones son los mismos y las mujeres pueden conducir tan bien como los hombres”.
Con este estudio el Women’s World Car of the Year trata de fomentar la participación de las pilotos en las competiciones deportivas.
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