Conducir de noche aumenta el riesgo de sufrir un siniestro vial, ya que la capacidad de reacción al volante depende en un 90 por ciento de la visión, algo que se reduce considerablemente con la oscuridad. Recomendaciones.
Un estudio que realizó CESVI Argentina en rutas y autopistas de nuestro país demuestra que entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana se triplica el riesgo de sufrir un siniestro de tránsito. No obstante, es el momento elegido por muchas conductoras para viajar.
Circular con menos autos, tener un día más de descanso en el destino elegido, no sufrir los calores diurnos y la posibilidad de manejar a mayores velocidades, son algunas de las razones que más se escuchan. Si bien es cierto que por la noche el calor disminuye, al igual que el tránsito, el peligro aumenta considerablemente ya que una se expone a más situaciones de riesgo que durante el día.
Uno de los factores que causan más siniestros es el error en el cálculo de distancia. La dificultad que presenta conducir de noche es ver y reconocer, con el tiempo suficiente, algún objeto en la ruta. Es que, con las luces bajas del vehículo, la visión que se logra es, aproximadamente, de 30 a 35 metros y sólo hacia delante. Esto quiere decir que una perderá su visión periférica. En resumen, se cuenta con un menor campo de visión para anticipar sorpresas y por ende, tenemos menos tiempo para reaccionar y evadirlas.
Si podés evitar manejar de noche, hacelo. Pero si tenés que salir, te compartimos estas recomendaciones:
- A la hora de planificar el viaje no siempre podés elegir una ruta, pero si es posible hacerlo optá por una autopista, ya que la iluminación suele ser mejor y no encontrarás vehículos en sentido contrario. Si debés circular por la ruta, verificá que esté en buen estado y bien iluminada.
- Chequeá que funcionen todas las luces: de posición, bajas y altas, de freno, giro, retroceso, antiniebla y balizas. También es clave un buen reglaje de los faros, ya que si están mal posicionados no van a iluminar bien. A la noche, ver y ser visible para los demás es la mejor defensa. Además, los vidrios deben estar limpios. La suciedad, al ser iluminada por los otros, impide ver con claridad las señales y calcular la distancia respecto de los otros vehículos.
- Salí descansada, comé liviano y evitá tomar medicamentos que te generen somnolencia. Además, llevá agua para mantenerte hidratada, ya que la deshidratación suele generar fatiga.
- Cuando ingreses a zonas urbanas tené más la precaución que la habitual. Aunque la luz del semáforo esté en verde mirá hacia ambos lados.
- No encandiles. Utilizá las luces altas con criterio. Cuando un vehículo se aproxima sacalas. Una vieja costumbre nocturna es “hacerle luces” a los que vienen de frente para garantizar que te hayan visto, si no responden, hay que bajar la velocidad y extremar la atención.
- Evitá ser encandilada prestando atención al recorrido de la vía en ese punto e intentá evitar mirar de frente, sino ligeramente hacia el lado contrario por el que se aproxima la luz destellante.
- Nunca circules con la luz del habitáculo encendida. Esto provoca un mayor contraste entre el interior y el exterior del vehículo, algo que reduce considerablemente la visión. Y tené en cuenta que muchos vehículos te permiten graduar la luz del instrumental. Cuanto más oscuro esté el habitáculo, mejor.
- Seguí las líneas de la ruta, no te guíes por las trayectorias de otros vehículos. Al circular en tramos oscuros podés caer en la tentación de seguir al auto que va adelante. Pero si ese vehículo se equivoca o sale de la ruta puede confundirte. Lo correcto es prestar atención a las líneas que delimitan los carriles, así como a las señales horizontales y verticales.
- Adaptá la velocidad a las condiciones de iluminación de la vía y aumentá la distancia de seguridad con respecto al vehículo de adelante, de este modo vas a lograr tener más tiempo de reacción ante imprevistos. A veces una ruta vacía te invita a acelerar. Evitá esa situación. Los baches, los surcos que provocan los camiones, un auto sin luces o el cruce de un animal pueden llevarte a dar un “volantazo“, que a velocidad suele derivar en un vuelco. Sé prudente.
- Tomá precaución en los sobrepasos. Y ojo! tené cuidado con la luz de giro que encienda el vehículo que circula adelante, en especial los camiones. Si pone el guiño izquierdo, la costumbre dice “libre para pasar” pero la ley establece que esa señal significa “no pasar”. No es posible saber si el camionero está aplicando ley o la costumbre, por lo que el sobrepaso deberá efectuarse solamente si se ha comprobado que no viene nadie de frente. Por eso calculá bien la distancia a la que viene el auto de frente.
- La radio puede ser una buena aliada en los viajes, pero si la música es demasiado tranquila o el programa aburrido, te puede generar sueño. Planificá este punto con una buena lista o sintonizando una radio que te guste.
- Es clave que la temperatura en el habitáculo sea agradable. Mucho calor o mucho frío puede provocar incomodidad o incluso somnolencia. Además, mantené una buena ventilación en todo momento bajando las ventanillas de vez en cuando para cambiar el aire.
- Pará a descansar o a estirar las pierna cada dos horas.
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Entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana se triplica el riesgo de sufrir un incidente. Hay que circular con mayor precaución
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