El casco salva vidas

Los usuario/as de motos continúan siendo la principal víctima fatal vial en nuestro país. Durante 2022, cuatro de cada 10 víctimas fatales se trasladaban en este tipo de vehículo. Y si bien todas sabemos que si viajamos en moto debemos utilizar el casco, ya que es obligatorio y vital en caso de un incidente, los informes oficiales arrojan que las mujeres que conducen moto usan menos el casco que los varones (60,7% vs. 70,6% respectivamente). Inversamente, cuando ocupan la posición de acompañantes, las mujeres viajan más protegidas por el uso del casco que los varones (43,2% vs. 39,7% respectivamente). No obstante, en la posición de acompañantes (ocupada fundamentalmente por mujeres) el uso del casco es significativamente menor (42%) respecto de la de conductor/a (68,7%), la cual es asumida en su mayoría por varones (78,7%). Esto se traduce en una mayor exposición al riesgo de las mujeres que circulan como acompañantes en motocicletas ante la eventualidad de la ocurrencia de un siniestro vial.

Un informe realizado por la Fundación Trauma informa que el uso del casco reduce hasta tres veces el riesgo de sufrir lesiones graves, y hasta cuatro veces el de morir en un incidente vial. Por eso destacamos y promovemos su uso. No sólo porque es obligatorio sino porque salva vidas.

El Artículo 40, inciso J, de Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449 expresa que para conducir una moto o un ciclomotor “es obligatorio llevar casco homologado. Si la moto no tiene parabrisas, se debe usar anteojos”. La obligatoriedad de su uso resulta lógica teniendo en cuenta que ambos vehículos no poseen carrocería alguna que pueda servir de contención en caso de choque, y que la sola pérdida del equilibrio en la moto puede significar dar de cabeza contra el piso.

El informe de siniestralidad de 2022 elaborado por la Dirección Nacional de Observatorio Vial informan que hubo 3.828 víctimas fatales por accidentes de tránsito. Y el 40% del total de fallecidos fueron motociclistas, seguido por los automovilistas (27%). El tercer lugar de este ranking trágico lo ocupan peatones, que representaron el 10%. El número de varones fallecidos casi cuadruplica al de mujeres fallecidas (76% contra el 22% -2% sin dato-). Y casi la mitad de las víctimas se concentran entre los 15 y 34 años.

• Tiene que estar homologado. Quiere decir que el fabricante lo ha sometido a una serie de procesos y ensayos encaminados a verificar que cumple con todas las prestaciones de seguridad básicas necesarias. Según la legislación argentina debe tener una etiqueta con la norma IRAM Nº 3621, que incluya el número CHAS (Certificado de Homologación de Autoparte de Seguridad).
• De la medida justa y resistente. La cabeza del usuario/a de motocicleta debe estar totalmente inmersa en el casco, es decir, ocupando toda su cavidad interna, para ofrecer mayor protección a las partes de la cabeza que el casco debe proteger según su diseño.
• El interior debe ser confortable y antialérgico.
• La cinta ajustable tiene que cerrar correctamente y ser de tu medida. Este sistema de retención debe funcionar perfectamente, sin correas rotas, ni broches partidos e incompletos.
• Elegí un visor de policarbonato. Estos visores son conocidos como Abatibles o Modulares, debe ir cerrados y asegurados durante la conducción.
• Si el casco sufre un impacto, es necesario cambiarlo porque pierde efectividad.
• Atención. En el mercado motovehicular encontrarás cascos homologados que incluyen sistema bluetooth para uso del celular y auriculares para reproductor MP3. Pero la Ley Nacional de Tránsito en su Artículo 48°, inciso X, remarca la prohibición de hablar por celular o escuchar música a través de un audiófono mientras se conduce.