¿Cuántas mujeres comenzamos el día con la sensación de que algo tan simple como dejar o buscar a nuestros hijos en el cole se transforma en toda una aventura? Autos estacionados en doble fila, chicos que bajan por el lado incorrecto, tránsito, bocinas…
Ante esta problemática, en el colegio Pestalozzi, un grupo de papás puso en marcha hace 5 años un sistema de seguridad vial, que hasta el dia de hoy sigue funcionando exitosamente. ¿De qué se trata? Nos fuimos hasta Belgrano R para averiguarlo.
El equipo está formado por 5 coordinadores y alrededor de 50 voluntarios, todos padres o madres del establecimiento, que por la mañana o por la tarde, dan un rato de su tiempo para ayudar a coordinar el tránsito en la cuadra del colegio.
Organizados de a 5 o 6 personas por turno, cada uno de ellos llega media hora antes de que comience la acción. Se ponen los chalecos refractarios, colocan conos naranjas formando un corredor a lo largo de la cuadra, ocupan su lugar en la vereda y ayudan a bajar a los chicos de los autos para que no se pierda tiempo.
Uno de ellos se pone en la esquina con un cartel que dice “PARE” para detener el tránsito cada 5 minutos y que se pueda cruzar con tranquilidad, ya que en esa esquina no hay semáforo.
Cuando se cierran las puertas del colegio, cada voluntario se saca el chaleco y sigue con su rutina. Increíblemente, todo transcurre en apenas media hora.
“Poyo”, uno de los coordinadores, nos contó que desde que implementaron el sistema lograron una mayor seguridad para los chicos, una buena relación con los vecinos (que con justa razón se quejaban del desorden a la hora de entrada y salida) y sobre todo, seguridad vial.
Un ejemplo a seguir en todos los colegios. Es cuestión de tener la iniciativa, proponerlo en el colegio e implementarlo.
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