Tips para conducir cuando llueve y el agua toma el camino

La lluvia es el factor meteorológico que más incidencia tiene en la siniestralidad vial. Tres de cada cuatro accidentes de tránsito en días de lluvia se deben a situaciones que se podría haber evitado. Mas allá de la condición de la ruta, el empedrado o la calle, por la que circulás, el primer consejo es  que seas precavida y responsable. Al llover, el agua se mezcla con la suciedad y el aceite presente en las calzadas, creando las condiciones perfectas para derrapar.

Si te encontrás manejando con lluvia:

• Reducí la velocidad.
• Mantené un nivel de atención y precaución extra.
• Realizá desaceleraciones suaves y progresivas.
• En caso de lluvia intensa, encendé las luces antiniebla delanteras y traseras.
• Controlá asiduamente la presión y el estado de los neumáticos.
• Aumentá la distancia con respecto al vehículo que te antecede. Una forma para estimar la distancia de seguimiento necesaria es utilizar el método de los cinco segundos o de la referencia fija. Esta puede aplicarse en calles, avenidas, rutas, autovías o autopistas.

¿Cómo calcular la distancia de seguimiento?

Cuando transitás detrás de otro vehículo y su sector trasero pasa cerca a un punto de referencia elegido (puede ser un cartel o un puente), comenzá a contar desde 1101 hasta 1105 (elegimos esta cifra porque al decirla se demora un segundo). Al llegar al número 1105, deberías estar pasando por el punto de referencia elegido.

Con este sistema vas a lograr aumentar el campo visual, evitar choques en cadena y mayor capacidad de maniobra. Asimismo, en caso de tener que realizar un sobrepaso, los cinco segundos permiten crear un espacio extra para acelerar, con el beneficio de estar un tiempo menor invadiendo el carril contrario. Este efecto se lo conoce como “rampa de aceleración”. Y hay que destacar que en caso de lluvia copiosa debes aumentar esa distancia a siete segundos.

¿Qué es el aquaplaning? 

Seguramente habrás escuchado hablar del aquaplaning y quizá no sepas de qué se trata. Hablando en llano, es la película de agua que se forma entre el neumático y el asfalto y que puede provocar la falta de control del vehículo. Por eso es muy peligroso si vas conduciendo, porque es una situación en la que, ante una gran capa de agua, las ruedas pierden agarre, flotan y dejan de contactar con el asfalto. Es por ello que se pierde el control, porque es muy difícil frenar y girar en esta situación.

¿Por qué se produce el aquaplaning? Existen varios factores:

• Exceso de acumulación de agua: los típicos charcos que te podés encontrar en el asfalto.
• Ir a alta velocidad con el asfalto mojado: a velocidad baja, los neumáticos son capaces de evacuarla correctamente, manteniéndose en contacto con la calzada. Si circulas a velocidad alta no les das tiempo a evacuar el agua.
• El mal drenaje de la ruta: el pavimento en mal estado tendrá un drenaje inadecuado y eso no dejará que el agua se filtre, por lo que se deposita en la calzada favoreciendo el aquaplaning.
• El diseño del dibujo del neumático, que puede ayudar a canalizar mejor o peor el agua.
• La profundidad del dibujo: si el neumático está desgastado, la evacuación será menos efectiva (la legal es de 1,6 mm pero la recomendación es que la profundidad esté por encima de los 2 mm).
• La presión del neumático: tanto por presión excesiva como por debajo de lo que recomienda el fabricante puede ser peligroso.
• Si el agua se combina con aceite, suciedad y sal, su densidad aumenta y hay más riesgo de patinar.

La teoría del aquaplaning es la misma tanto para las motos como para los autos. La diferencia es que mientras estos últimos tienen una base de cuatro ruedas, la moto sólo tiene una delantera y otra trasera. Por eso si sufrís aquaplaning con la moto será mucho más difícil de controlar. La mejor forma de evitarlo es reducir la velocidad antes de entrar a un charco, nunca acciones el freno mientras lo pasas.

¿Cómo evitar el aquaplaning?

• No des volantazos. Aunque estés sufriendo aquaplaning y la dirección no te obedezca.
• Levanta el pie o la mano del acelerador.
• Seguí con la dirección recta.
• Sin frenar, sujetá con fuerza el volante hasta que los neumáticos consigan adherencia saliendo de la zona con agua.
• Lo importante es lograr salir del charco con las ruedas rectas y retomar el control.

En síntesis, la mayor probabilidad de sufrir un aquaplaning es conduciendo con lluvia, y podés prevenirlo circulando con neumáticos en buen estado y a una velocidad adecuada. También es muy importante estar atenta al camino para observar y tener en cuenta que si vas a atravesar un gran charco , hay que reducir la velocidad antes de entrar en contacto

El momento más temido

Si la lluvia no para y las calles comienzan a llenarse de agua, la tensión y el desconocimiento ganan protagonismo. Por eso es importante saber cómo proceder. Si notás que la zona está muy anegada, desde ya no avances y tratá de retomar hacia una vía alternativa. Más allá de que el lugar por el que se transites sea conocido, no es bueno tomar riesgos, ya que pueden haber pozos, badenes, cordones, etc.

Muchas veces la cantidad de agua que se acumula supera ampliamente los límites de los elementos mecánicos. Pero también pueden surgir inconvenientes como quedar a la deriva, o pasar por encima de una alcantarilla destapada, rompiendo piezas mecánicas. Por eso si estás en una situación que te genere duda por la cantidad de agua acumulada, te recomendamos retomar por otro lado. Pero si esto no es posible, avanzá con precaución, a baja velocidad y por el carril central o por el centro de la calle, esa será la parte menos inundada, ya que el agua se desplaza hacia los lados.

Además, verificá qué tan grave es la situación. Si el nivel del agua está por encima de la altura del tubo de escape o de la parrilla de tu auto, el riesgo de averías en los componentes mecánicos será mayor. Para determinar la profundidad del agua buscá referencias como canteros, postes de luz, edificios u otros elementos externos.

No hay mucho más por recomendar en ese momento, sólo que conduzcas con calma hasta encontrar el mejor lugar para estacionar y salir de la zona anegada.