Al volante del Peugeot 208

Moderno, llamativo, con un frontal deportivo y agazapado. Esa fue nuestra primera impresión. Nos encantó con las luces apagadas y lo amamos cuando prendió su “mirada”. Es que a sus faros 100% de leds le suma los “colmillos” que se usan como luces diurnas, algo que le otorga identidad propia, confirmando que es un auto que llega y se hace notar. 

Pero les adelantamos que no todas las versiones te miran de la misma forma. La versión más económica (Like) es más tímida, por eso esconde sus “colmillos” con un aplique negro.

Su look se completa con el techo panorámico (no se puede abrir) y las llantas de 16 pulgadas de dos tonos. Mientras que si lo mirás de atrás, el alerón, las ópticas y su diseño acompañan su estilo conquistador. Nada decepciona. 

Te acercás y las puertas se destraban. No hace falta tener la llave en la mano para abrirlo ni ponerlo en marcha, porque el encendido es por botón.

Puertas adentro mantiene la línea disruptiva y moderna de su exterior. Cuando ya nos había gustado su estilo no pensamos que guardaba recursos para enamorarnos. No es sólo un chico bonito. 

Los tapizados combinan cuero, tela y alcántara. La butaca es cómoda y fácilmente encontramos la posición de manejo correcta. Hay que tener en cuenta que es diferente a lo conocido, Peugeot lo llama estilo i-Cockpit,  pero lo que tenés que saber es que se trata de un volante chiquito donde ves el tablero por arriba, y no en el medio del aro como en la mayoría de los autos. Llama la atención pero una se acostumbra rápidamente. 

Junto con el techo panorámico, el tablero 3D y las teclas aeronáuticas estilo piano por debajo de la pantalla táctil, es todo moderno, atractivo y bien terminado. 

El punto más flojo está atrás, donde hay poco lugar para las piernas largas. Dos adultos se pueden acomodar bien, pero si buscás más espacio esta no sería la alternativa. 

El baúl creció con respecto al anterior: ahora tiene una capacidad para 311 litros, lógico para su segmento. La mala noticia está bajo el piso de carga, donde aloja una rueda de auxilio finita, de uso temporario. Con ella no se puede circular a más de 80 km/h.

La versión que probamos llegó para poner la vara bien elevada en este rubro. Más allá de lo conocido, ofrece asistencias a la conducción que no estaban presentes en los autos chicos de las marcas generalistas. Así que preparate para conocer y disfrutar de algunos dispositivos que veías en los autos de alta gama. Por empezar, todos los 208 vienen con control de estabilidad. Y la versión que probamos tiene de todo: seis airbags, frenado autónomo de emergencia, lector de señales de tránsito (¡sí!, advierte las señales en el display y hasta te anticipa cuál es el límite de velocidad máxima), sistema de mantenimiento de carril, alerta de riesgo de colisión, cámara de retroceso con visión en 180 grados, detector de fatiga y faros adaptativos, entre otros. 

Si mencionamos las virtudes de cada uno te vamos a aburrir, pero algo que te puede sorprender en el momento es el sistema de mantenimiento de carril, ya que si circulás en una ruta o autopista con las líneas marcadas, el auto se va a ocupar de que no te vayas del carril, y si lo hacés sin haber activado la luz de giro te corregirá el volante. En el momento no sabés si un fantasma tomó el volante, pero luego ya se convierte en un aliado. Además educa, ya que te obliga a utilizar la luz de giro en el momento de sobrepasar a un vehículo y por ejemplo a mantener la distancia. Todas sabemos lo importante de comunicar y anticipar las maniobras, pero no siempre se tiene el hábito de hacerlo. Aclaro que este sistema se puede anular con un simple botón. 

Con todo lo mencionado el 208 se convierte en el auto fabricado en la Argentina con la mayor cantidad de asistencias a la conductora. 

Una vez que lo ponés en marcha siguen las conquistas. El tablero es 100% digital, 3D y tiene 10 pulgadas. Allí se proyectan distintas imágenes como si fuese un holograma, y hasta podés personalizar el diseño con diferentes informaciones. Es disruptivo, adorable y no tenemos dudas de que va a fanatizar a las más tecno. 

Luego de mucho halago debemos decir que tanto movimiento e información puede abrumarte y distraerte, más aún durante los primeros días donde no deja de asombrar. Acá lo importante es elegir la configuración que te resulte más funcional… Y pensar que todo comenzó con dos relojes donde lo único que veíamos moverse era una aguja. 

El conjunto se completa con una pantalla multimedia de siete pulgadas que se ubica en el centro. Allí podés configurar tu celular gracias al Apple CarPlay y Android Auto. Y debajo tiene tres puertos USB y el cargador inalámbrico que cuenta con una tapa, ideal para que el teléfono no quede a la vista y tentarse con agarrarlo. 

Con tanta renovación llegamos a un punto continuista. Ya que este modelo viene con el viejo y probado motor 1.6 de 115 caballos de fuerza. Conocido y confiable, cumple pero no deslumbra. Y si bien nuestra versión se asociaba con una caja automática de seis marchas, las versiones de entrada a gama se combinan con la caja manual de cinco velocidades. 

Lo primero que sentimos es su aplomo, te da la sensación de estar al volante de un auto más grande. Su andar es muy confortable y los cambios pasan con una gran suavidad. Todo fluye. 

Sin duda su mejor versión la notamos en la ciudad, donde ofrece un andar sereno y se luce la suspensión, que deja en evidencia que su puesta a punto fue pensada para las calles de nuestro país. A todo esto contribuye una dirección eléctrica de excelente y rápida respuesta. 

En la ruta lo notamos flojo de reacción, a no ser que vayas a más de 3.500 RPM donde da respuestas más rápidas pero aumentará su consumo. Este motor siempre tuvo buena reacción en baja, pero conociendo su comportamiento ya sabés cómo llevarlo y se disfruta el viaje, que seguramente será silencioso o al ritmo de la música elegida, ya que tiene un excelente trabajo de aislación acústica. 

Si hablamos de consumo, no es austero, gasta más de 6 litros en ruta, más de 8 en autopistas y supera los 10 en la ciudad. 

En síntesis, del 208 anterior solo le quedó el número… y el motor. Estamos ante un auto que vino a romper el molde sumando diseño, tecnología y un equipamiento de seguridad inédito. 

Motor: 1.6 de 115 CV
Caja: Automática, de seis velocidades.
Seguridad: 6 airbag (frontales, laterales y de cortina), Isofix, frenos ABS con EBD, control de estabilidad, control de tracción, asistencia al arranque en pendiente, sensores de estacionamiento traseros, cámara de retroceso con sistema de visión 180 grados, regulador y limitador de velocidad, alerta de riesgo de colisión, freno automático de emergencia, lector de carteles de velocidad, alerta de descanso, mantenimiento de línea del carril activo, adaptación automática del entorno luminoso, alerta atención conductor por cámara, alarma perimétrica, acceso y arranque manos libres (ADML), faros Full Led
Opciones: La gama cuenta con siete versiones, con cuatro niveles de equipamiento (Like, Active, Allure y Feline), dos motores (el probado y el 1.2 de 82 CV en la versión base) asociados con caja manual o automática.
Garantía: Tres años o 100 mil kilómetros.
Capacidad de baúl: 311 litros
Competencia: Chevrolet Onix, VW Polo y Toyota Yaris. Renault Sandero, Ford Ka y Fiat Argo.
Precio: desde $1.488.000 A $1.995.100 (versión probada por MAV!) Precio publicado el 14/11/20.

+ info: En este link oficial.

Amamos: Su diseño, su andar en ciudad, su equipamiento de confort y seguridad. Y nos encantó la versión en color azul que probamos!
Nos gusta: Su techo (sería perfecto si se pudiese abrir!) y la gama amplia ya que hay 7 versiones disponibles.
No nos gusta tanto: El espacio posterior, su consumo en ciudad, el precio elevado y su visibilidad trasera.