Llegó a nuestro mercado en 2013 y se convirtió en uno de los modelos más elegidos entre los SUV compactos. Nos subimos a la nueva generación que luce más armónica y urbana, estrena mecánica, suma seguridad y dispone de wifi y conserjería online.
Forma parte de uno de los segmentos más demandados de los últimos tiempos, por eso era necesario renovarse para seguir conquistando usuarios. Y los cambios se notan ni bien la mirás, su silueta es más urbana, estilizada y armónica. Es sobria y moderna, con una gran parrilla hexagonal “cortada” por una barra cromada que se integra a los faros (full LED con iluminación activa en curva). Además, suma detalles como nervaduras en el capot, la cintura, las puertas y los guardabarros, un spoiler sobre el portón trasero, y rieles en el techo, que resaltan su robustez.
Su nueva silueta es sobria y moderna; y puertas adentro ofrece un cargador inalámbrico, varios puertos USB, sistema WiFi y el servicio OnStart. Sin duda, la conexión está asegurada
"Si tenés o tuviste un Onix, ni bien entrás te vas a sentir como en casa, ya que el habitáculo es muy similar. La cabina es amplia y muy luminosa, sobre todo en esta versión que tiene un techo panorámico que amamos. Ni bien nos sentamos regulamos en altura y profundidad el volante y la butaca, lo que nos permitió adoptar una buena posición de manejo. El tablero es claro y simple. Combina instrumentos analógicos (velocímetro y tacómetro) con digitales (nivel de combustible) y un display central para la completa computadora de a bordo que se complementa con la pantalla táctil desde la que se activa el sistema de infoentretenimieto MyLink, el climatizador, el equipo de audio, el bluetooth y el asistente de estacionamiento automático, entre otros. Y en esa pantalla también podemos ver las maniobras que capta la cámara de marcha atrás.
En esta época donde la conectividad es la gran protagonista, la tracker se destaca por ofrecer un cargador inalámbrico, varios puertos USB, volante multifunción y el sistema WiFi con capacidad para conectar varios dispositivos a la vez. Nos llama la atención que en un modelo tan conectado, aún necesitemos un cable para enlazar el celular con Android Auto y Apple CarPlay, más cuando ya hay modelos que permiten hacerlo de forma inalámbrica.
Una de las críticas a su antecesor era el limitado espacio de las plazas traseras y el baúl. Esta generación tomó nota y mejoró en ambos aspectos. Y no sólo incrementó la capacidad, que ahora es de 393 litros, sino que ahora ofrece un piso modular que permite modificar su altura. La mala noticia es que abajo aloja una rueda de auxilio finita, de uso temporario. Con ella no se puede circular a más de 80 km/h.
Las plazas traseras son cómodas para dos adultos, ya que la butaca central, con un respaldo que se transforma en apoyabrazos con posa vasos incluidos, no es del todo cómoda para largos viajes, pero más que aceptable para distancias cortas.
Incluye control de estabilidad y seis airbags para toda la gama. Nuestra versión suma freno autónomo de emergencia, alerta de colisión, radar de ángulo ciego y asistente automático de estacionamiento, entre otros elementos de seguridad. Además, agrega el sistema OnStar, un servicio de seguridad, emergencia, conectividad, navegación y diagnóstico en tiempo real, con solo presionar un botón.
Una de las novedades más importantes es su nuevo motor (naftero de 1.2 litros y 132 caballos de fuerza) que le sienta muy bien. Es más chico y menos potente que el anterior, pero mucho más vivaz, ágil y enérgico en toda situación de marcha, y además, es austero en su consumo. En la ciudad su reacción es siempre oportuna y la dirección acompaña bárbaro, y en la ruta cumple ante todo requerimiento. Aunque a veces notamos cierto retardo en la caja, automática de seis velocidades, que no cuenta con levas al volante pero suma dos teclas en la selectora, algo que no solo no nos resultó intuitivo para el uso diario, sino que es incómodo accionarlo.
A diferencia de la generación anterior, no ofrece una variante con tracción 4×4, pero vale aclarar que en el mix de ventas total esa opción no suele tener muchos adeptos en este segmento donde se busca más la versatilidad y el equilibrio justo para circular en la ciudad y en la ruta con la familia.
Destacamos su confort de marcha, el completo equipamiento de seguridad, la conectividad que ofrece, el diseño sobrio, la luminosidad interior y su capacidad de carga. ¿Qué más necesita una familia de un vehículo? Como mencionamos, son tantos los modelos presentes en ese segmento que está en una observar los detalles decisivos en el momento de la elección. Algunas priorizan el diseño, otras la seguridad, el precio o la habitabilidad, cada una tiene sus prioridades, y en este segmento hay opciones para todos los gustos. Pero podemos decir que el equilibrio es uno de los grandes atributos de este modelo.
Amamos: Su andar ágil, el equipamiento de seguridad y la conectividad. Además del techo panorámico.
Nos gusta: El diseño sobrio y moderno, y la capacidad de carga.
No nos gusta tanto: El auxilio temporal y la calidad de algunos detalles del interior.
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