Al volante: Audi A1 40 TFSi

Su figura sobria, clásica y moderna esconde un corazón rabioso y picante. Solo hay una  inscripción que, en todos los modelos de la marca, nos advierte que la diversión y la  deportividad al volante están garantizadas: “S line”.

Está es la única versión disponible. Se trata de un cinco puertas (Sportback) que mide 4,02 metros de largo, 1,94 m de ancho y 1,40 m de alto, mientras que la distancia entre ejes es 2,56 metros. Si bien mencionamos que su figura es sobria, a la vez tiene guiños agresivos en los paragolpes y en la doble salida de escape. Cuenta también con spoilers aerodinámicos que delatan su ADN deportivo. Y nos gustó mucho el color de la versión probada: roja con un techo gris oscuro, al igual que las carcasas de los retrovisores exteriores, los bordes laterales del alerón y los marcos laterales. Sus llantas son de 17 pulgadas, y si lo ves de noche, los gráficos de luz diurna de las luces 100% led te van a llamar la atención.

Puertas adentro la sobriedad alemana dice presente y la modernidad está plasmada en el panel y el tablero digital de 10,2 pulgadas. Mientras que la posición de manejo es muy cómoda y se logra mediante ajustes manuales (en altura y profundidad). La calidad percibida es correcta, si bien cuando una ingresa a un Audi tiene una expectativa que en algunos casos se quedó corta, tanto por algunas terminaciones como por el faltante de tapizado de cuero o el techo solar, entre otros. El baúl ofrece un volumen 335 litros de capacidad.

Se destaca la moderna central multimedia con la pantalla táctil MMI que ofrece toda la información necesaria, y desde donde podés controlar las distintas aplicaciones del sistema de infoentretenimiento, compatible con Android Auto y Apple CarPlay. Aunque lamentablemente necesitamos un cable para espejar nuestro celu.

Y si te gusta la música, te vas a enamorar del Audi sound system y el sistema de sonido Bang & Olufsen premium sound con sonido 3D.

Mientras que en materia de seguridad cumple con todo los sistemas obligartorios y agrega cuatro airbags, sensores de estacionamiento delanteros y traseros con cámara de marcha atrás, indicador de presión de neumáticos y control de velocidad crucero. Nos quedamos con las ganas de algunas asistencias a la conducción.

Acá es donde el modelo descolla. Con un motor de 2.0 litros, cuatro cilindros turboalimentados y 200 CV de potencia, entrega 32,6 kgm de par máximo (320 Nm). Y está asociado con una caja automática de seis velocidades.

Si bien ya conocíamos este motor, decimos una vez más que en este modelo se luce. En la ciudad se mueve ágilmente con una dirección eléctrica que ofrece una excelente respuesta, pero te aseguro que cuando vas tranquila y acelerás un segundo, el sonido y el empuje te invitan a ir a la pista. Por eso fuimos a probarlo al autódromo, donde nos impactó su tenida en las curvas y su aceleración. Tardamos menos de 7 segundos en pasar de 0 a 100 km/h. y en las rectas superamos los 235 km/h. Este modelo tiene un despeje 10 mm menor que el resto de la gama, y eso se nota.

Es un auto divertido de manejar. Por tamaño, peso, motor y características cuenta con la versatilidad justa para el uso diario. Y destacamos la posibilidad de poder configurar sus suspensiones, ya que te permiten circular muy confortablemente en cualquier empedrado de la ciudad y a la vez, exprimirlo al máximo en la pista.

Tiene un precio de lista de 57.200 dólares