Nos subimos a la renovada pickup compacta y recorrimos más de 1500 kilómetros para probarla a fondo y compartirte nuestras sensaciones al volante. Además de modernizar su figura, sumó conectividad, seguridad y hasta una tapa rígida en la caja de carga que funciona casi como el baúl de un auto son algunas de sus novedades.
La conocimos en 2016, cuando fue presentada en nuestro país, y desde ese entonces nos encantó la prepuesta. Es un vehículo que viene a conjugar lo mejor de dos mundos: el de las SUV y el de las Pick-ups. ¿Qué quiere decir esto? Que ofrece el confort y la comodidad típica de un crossover, y además te permite realizar grandes cargas, salir de la ruta y planificar escapadas y aventuras.
Tiene personalidad. La mirás y los ojos se van directo a su parrilla tan moderna como agresiva, con unas llantas deportivas negras (de 17 pulgadas) que acompañan ese concepto y sus faros full LED que resaltan su estilo. Es llamativa, gusta y cautiva. Tiene detalles aventureros que no desentonan con su look moderno. Un mix equilibrado,
Puertas adentro las butacas de cuero son cómodas, robustas y de muy buena ergonomía. Su regulación eléctrica facilita encontrar la mejor posición de manejo (alta y de buena visibilidad). Hicimos más de 1.500 Kilómetros y puedo afirmar que disfruté de estar al volante. Es cómoda y confortable. Sus múltiples regulaciones (hasta lumbar), permiten encontrar la posición, combinarla con el volante y sentirse a gusto.
La cabina doble es muy cómoda. Si bien atrás el espacio para las rodillas no sobra, dos adultos viajan cómodos.
Con todos los pasajeros sentados suele aparecer la gran “limitación“ de estos modelos: ¿dónde ponemos los bolsos para que no queden expuestos en la caja de carga? Y esta versión encontró la respuesta indicada. No hablamos de las lonas marítimas, donde si bien esconde la carga no la protege del agua y el polvo. Esta versión suma una tapa de plástico duro que cubre toda la caja de carga, encastrándose con los laterales, y que se abre fácilmente para facilitar la carga. Y si esto no te deja conforme, tenés un gran bolsón impermeable (marca Mopar) que está agarrado a con ganchos a los extremos de la caja, que te permite guardar y proteger cualquier carga. Gracias a este bolsón, nuestro equipaje viajó perfecto durante los días que transitamos caminos de ripio, tierra, barro, y atravesamos todo tipo de tormenta; además aporta seguridad al momento de estacionar la Toro en un lugar público. En síntesis, la tapa rígida funcionó como la tapa de un baúl.
El ingreso y el arranque sin llave nos permiten estar al volante sin tener que sacar la llave de la cartera o del bolsillo, y una vez en la butaca la tecnología dice presente en sus pantalla tipo tableta vertical de 10,1 pulgadas, el cargador inalámbrico, GPS, y el sistema multimedia que nos permitió visualizar todo la info del teléfono de inalámbrica. El instrumental es todo digital y su accionamiento nos resultó intuitivo, incluso desde el volante multifunción, donde también podés manejar las info, el control de velocidad de crucero, el audio, y mucho más. Mientras que sus numerosos portaobjetos fueron más que suficientes para ubicar todo lo necesario para nuestro viaje. Ahí muestra nuevamente que está lejos de ser una pequeña pickups, y tiene en cuenta todos los detalles para garantizar un viaje placentero. Incluso las tomas par cargar los dispositivos: un USB en las plazas traseras, una tipo C adelante, y una de 12 V.
Incorporó sistemas de asistencia a la conducción (ADAS) como asistente de frenado precolisión, alerta de cambio de carril involuntario y sistema automático de luces altas. Todos ellos se complementan con siete airbags, control de estabilidad y tracción, control electrónico de descenso, protector de cárter, control de presión de neumáticos, cámara, sensores de estacionamiento trasero y delantero.
El alerta de cambio de carril resulta bastante “invasivo” al comienzo, ya que cuando una no se lo espera corrige un toque la marcha, pero luego te acostumbrás y se convierte en un buen aliado si la ruta está bien marcada, ya que te corrige si nota que te estás “yendo“ del carril, siempre y cuando no lo adviertas con el guiño.
Su motor turbodiésel 350 Multijet de 2.0 litros entrega una potencia de 170 CV a 3750 rpm y se combina muy bien con la caja automática de 9 marchas. Que sin duda es suave, rápida y eficaz. Si preferís marcarle los tiempos podés hacerlo a través de las levas en el volante o desde la selectora, en modo manual-secuencial. La tracción es 4×4 conectable con dos teclas en la consola: 4WD (normal) y 4WD Low. Esto fue CLAVE para nuestro viaje donde tuvimos que atravesar caminos con mucho barro. Allí también ayudó su buen despeje (211 mm adelante y 264 mm atrás).
En el asfalto mantiene inalterable el comportamiento que ya habíamos probado, es sólida, otorga seguridad y ofrece un muy buen confort de marcha. Las suspensiones independientes delantera (McPherson) y trasera (Multilink) tienen mucho que ver para que eso suceda.
En síntesis, esta Toro conjuga a la perfección lo mejor del mundo de las SUV con el de las Pickups. Un mix más que exitoso que nos permitió llegar a Esteros del Iberá disfrutando cada kilómetro recorrido.
+Info de precios y versiones. En la web oficial de la marca.
Ofrece el confort y la comodidad de una SUV, y te permite trabajar con carga, salir de la ruta y planificar escapadas y aventuras
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