Carlos Keen queda a 83 km de Buenos Aires y muy cerca de Luján. Hoy viven aproximadamente 400 familias, para cuando el tren pasaba por allí, llegó a tener 3.000 habitantes.
Carlos Keen fue una de las estaciones que se reinventó. Siendo hoy un lugar muy turístico, con lugares extraordinarios para comer.
Por acceso Oeste hasta km 72, tomar la ruta que sale hacia la derecha y continuar por 10 km.
Qué hacer en Carlos Kenn:
Recorrer el pueblo en bici. Dejar el auto en la vieja estación y alquilar a metros de ahí, en “Amuyen” (Carlos Pellegrini 571) bicicletas. Está abierto sábados, domingos y feriados de 9 a 20 hs.
Entrar a todos los mercaditos que venden productos regionales. Recomendamos “Delicias de Carlos Kenn” que está al ingresar al pueblo (Carlos Pellegrini 585, 100 mts antes de la antigua estación ferroviaria, sobre mano izquierda). Podés degustar y comprar salame, longaniza, chorizo seco, bondiola, jamón crudo casero, huevos de campo, aceites y vinos entre otras delicias.
Si vas con chicos, al lado de “Delicias de Carlos Kenn”, está “Amuyen” (dónde se alquilan las bicis), un local de venta de artesanías que en la parte de atrás tiene una juguetería con juguetes de madera. ¡Es muy divertido sacarte fotos en el frente del local y convertirte en un gaucho!
Recorrer la vieja estación ferroviaria. Allí podés visitar la feria de artesanos que está los fines de semana y feriados.
Comer, comer y comer: los restaurantes abren sólo los fines de semana y feriados al mediodía. Casi todos los lugares trabajan al contado.
Nuestro recomendado:
Restaurante Los Girasoles: Julio A. Roca entre 19 y 20, tel: 02323-495041 www.caminoabierto.org.ar.
Es un emprendimiento de la Fundación Camino Abierto. Allí los dueños de la fundación alojan y educan a chicos a partir de la adolescencia con problemas familiares. Los chicos van al colegio, a talleres de música, teatro y también ayudan en la granja y en la huerta orgánica que se encuentra en el lugar. Los fines de semana todos cocinan y atienden de forma muy cordial el restaurante que está asesorado por el reconocido chef Martiniano Molina.
Todo lo que vas a comer en Los Girasoles está elaborado con los productos de su granja y de su huerta.
El menú ofrece entrada, primer plato y postre. Hay valores para los adultos y para los menores.
El lugar es para quedarse y disfrutar del día (preferentemente un lindo día de sol) recorriendo la huerta, la granja, la matera y ahí cebar un buen mate o tomar un buen café. Hay muchos restaurantes pero nos enamoramos de Los Girasoles.
En la fundación también hay cabañas para quedarse a dormir.
Carlos Keen es un pueblo de película. ¡Agarrá el auto y sé protagonista!
Huerta del Restaurante Los Girasoles
Barra del Restaurante La Sastrería
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