Doce mujeres periodistas de Sudamérica recorrimos más de mil kilómetros off- road, al volante de la Nissan Frontier. Esta aventura nos permitió poner a prueba a la Pick-Ups que se fabrica en Córdoba, disfrutar de los paisajes imponentes de Catamarca, y compartir una experiencia diferente con periodistas de Brasil, Perú y Chile. Festejamos este tipo de iniciativas y te contamos nuestra hoja de ruta.
Cuando nos enteramos de que Nissan América del Sur tenía en mente organizar una experiencia para las periodistas que formamos parte de WWCOTY, el único jurado del mundo compuesto únicamente por mujeres expertas en la industria, festejamos la iniciativa y confirmamos nuestra presencia. Y allí percibimos que esta acción iba a ser distinta. Lejos de una presentación de producto, una travesía, o un test drive, la marca buscaba realizar una experiencia sin maquillaje. Y así fue.
En San Fernando de Catamarca tomamos el volante y desde allí empezamos a atravesar caminos, que lejos de estar preparados para pasarlos con comodidad, nos desafiaron y nos permitieron conocer las fortalezas del Navara, como se conoce a la Pick-ups argentina en Chile.
Durante los cuatro días, manejamos más de 1000 kilómetros de ripio, arena, roca, barro y asfalto. Lo que se convirtió en una verdadera clínica de manejo avanzado. El equipo de Off Road 4×4 Experience, al mando de Sofía Cammarata, fue quien trazó el recorrido, nos guio y nos permitió exprimir al máximo a la Frontier. Fue un verdadero regalo ver como algunas de las invitadas que nunca habían salido del asfalto, o tenían poca experiencia en otros terreno, se animaron y se desafiaron a sí mismas. “Empecé a manejar hace 5 años luego de hablar con Luly y darme cuenta que las trabas estaban en mi cabeza. Así liberé ese miedo a equivocarme, gané experiencia, tomé el volante para ir al sur del país y luego me fui de vacaciones a la costa. Y ahora estoy en esta travesía que me permitió aprender a manejar en dunas, en caminos de altura, y hasta a vadear un arroyo. Es una sensación maravillosa, solo hay que animarse“, nos compartió Rocío Magnani, Periodista de Clarín. Una muestra del “corazón“ y la camaradería que se vivió en esta travesía femenina, donde todas disfrutamos de estar al volante. Desde las que dieron sus primeros pasos en estos caminos extremos, hasta Fernanda Kanno, única mujer peruana en correr y terminar un Dakar. Que con su humildad, paciencia y sabiduría motivó a las demás para que tomen el volante, y sin saberlo, contagió su pasión. Así se formó un equipo que disfrutó y vivenció cada kilómetro recorrido.
Durante cuatro días recorrimos distintos paisajes y conocimos algunos pueblos de montaña donde no podríamos haber llegado sin un vehículo 4×4. Y hasta nos dimos el lujo de transitar por la emblemática Ruta Nacional 40, que bordea la Cordillera de los Andes, y es la más larga de Argentina.
El primer contacto con la Frontier fue cuando arribamos a San Fernando del Valle de Catamarca, y desde allí tomamos la Ruta del Adobe, un circuito de 50 kilómetros que conserva edificios con paredes de adobe, como la Iglesia de San Pedro construida en 1770 (declarada Patrimonio Cultural y Turístico), para llegar a Fiambala, la ciudad que fue sede del Rally Dakar en 5 oportunidades.
El desierto es quizá el punto más impactante y vertiginoso, por ello antes de llegar a las Dunas de Tatón disminuimos la presión de los neumáticos a 16/ 18 libras (para aumentar la superficie de contacto del neumático y mejorar la tracción) y atravesamos una zona tan virgen como inhóspita, donde además de disfrutar el manejo en arena nos esperaba el Zonda. Fue una jornada de mucha acción al volante.
Otro lugar que nos encantó fue Las Papas, un poblado de 30 habitantes y poco más de 10 familias, que nos abrió las puertas para hacer una parada, comer algo liviano y empezar a ganar altura. Este pueblo, se abastece con energía solar desde 2011.
El fin del camino extremo nos llevó al Campo de Piedra Pómez, un área natural protegida que se encuentra en el departamento de Antofagasta de la Sierra, en la provincia de Catamarca. Es una extensión de 25 kilómetros de increíbles paisajes lunares, de olas petrificadas y hongos de piedras blancas, grises, ocres y rosadas, dibujadas por antiguas erupciones volcánicas. Y luego de una parada técnica y muchas fotos, partimos de Laguna Blanca hacia la ciudad de San Blas en La Rioja, donde nos despedimos de las frontier.
Disfrutamos muchísimo de esta travesía donde además tuvimos la oportunidad de conocer a las jurados de Brasil, Perú y Chile. Mujeres con las que habíamos intercambiado varios chat y zoom, pero nunca habíamos tenido la posibilidad de compartir el volante. Marta García, la presidenta de WWCOTY, también festejó esta iniciativa, como algunas otras que se realizaron en los otros continentes. “Tengo el honor de presidir este equipo de más de 75 mujeres periodistas del motor dónde ustedes son parte. No hay ningún premio en el mundo que reúna las características del WWCOTY, que aglutine el conocimiento y la experiencia de decenas de mujeres especialistas del motor de todo el mundo. Nuestro objetivo es visibilizar el papel de la mujer dentro de esta industria. Influimos en más del 80% de las compras, sin embargo, la comunicación de las marcas sigue dirigida mayoritariamente hacia el mundo masculino. Por eso festejo la iniciativa de Nissan América del Sur, y espero que cada vez más marcas le hablen a las mujeres“, afirmó
Y ésta no es una iniciativa más para la marca, ya que es parte de #Daring23, el proyecto de 23 aventuras con las que Nissan Motor Corporation celebra a nivel global sus 90 años.
La pickup Argentina que se exporta a Brasil, Chile y Colombia fue la gran protagonista de esta travesía. Si bien ya la conocíamos, destacamos sus pilares: tecnología, seguridad y robustez. Puntos vitales que nos permitieron atravesar los exigentes caminos de Catamarca, sin perder el confort y el placer de conducir.
Fueron muchas horas al volante y en ellas la comodidad y el confort fue total. La pantalla táctil central de 8 pulgadas y la del instrumental digital de 7 pulgadas nos brindaron en todo momento la información que necesitábamos. Las tres entradas USB (una de ellas de Tipo C) nos permitieron cargar los celulares para no perdernos ninguna foto, y hasta pudimos apreciar el cielo celeste y las estrellas gracias al techo solar eléctrico. Un detalle que nos encanta.
Mientras que a nivel asistencias a la conducción destacamos varias alertas como la de colisión frontal (que te advierte ante un posible impacto y actúa en conjunto con el frenado autónomo de emergencia, que aplica los frenos en caso de que no llegues a hacerlo a tiempo), la de abandono de carril, la de punto ciego, la de tráfico cruzado, y una mención especial al monitor de visión periférica de 360 grados y al monitor off-road, un gran aliado en nuestro camino. Además del asistente de ascenso y descenso en pendientes. Estos últimos los utilizamos mucho en las dunas.
La capacidad off-road que mostró la Frontier fue impecable, y mucho tienen que ver los 252 mm de despeje del suelo y sus ángulos: 32 grados en el ataque y 26 grados en la salida, con 25,2 centímetros de vano libre. Y si en alguna maniobra te queda “colgada” en el aire alguna de las ruedas traseras, el bloqueo mecánico del diferencial realiza su trabajo volviendo solidario todo el eje trasero y evitando desperdiciar fuerza del motor.
Sin duda fue nuestra gran compañera en esta travesía que dejó una huella femenina en los caminos de Catamarca, y que seguramente volverá a prender los motores para seguir compartiendo experiencias al volante por los caminos de América del Sur.
Hablamos de miedo, hablamos de fobia, hablamos de pánico, hablamos de temor. Todos circ...
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