Con una silueta que combina ciertos aires de SUV con detalles de una coupé y pizcas de un sedan, este nuevo modelo cuenta con un potente motor y un enorme baúl. Te contamos todos los detalles de este Fiat que también llega en su versión Abarth, la división deportiva de la marca italiana.
No pasa desapercibido, es fluido, ágil, imponente y seductor. Te puede gustar o no, pero tiene mucha personalidad, sobre todo su caída de cola (que respeta la idea del prototipo original de 2018), ya que de frente vas a notar muchas similitudes con el Pulse y en el lateral, las puertas son similares a las del Cronos. En síntesis, su silueta es una mezcla de un sedán con la de un SUV y la de una cupé. Y buscará ganar adeptas en un segmento donde hoy está presente el Volkswagen Nivus y pronto arribarán el Renault Arkana y el Citroën Basalt.
Y para las que les gusta el look más deportivo el Fastback también ofrece la versión Abarth, la división deportiva de la marca italiana, que ofrece distintos retoques estéticos con combinación de colores por fuera y unas llantas más livianas con otro dibujo y una doble salida de escape. También lleva en la trompa el escudo con el escorpión.
La gama cuenta con dos versiones (Turbo y Abarth) que cuentan con el mismo conjunto mecánico: un motor naftero turbo de 1.3 litros de cilindrada y 175 caballos de fuerza. La caja es automática de 6 velocidades, con mando secuencial y levas detrás del volante, y en todos los casos la tracción es delantera. La diferencia entre las dos opciones están marcadas por detalles estéticos y una puesta a punto más deportiva para la variante Abarth. Es el mismo propulsor que, por ejemplo, llevan la pickup Toro o los Jeep Renegade y Compass.
Según afirmó la marca, la versión Abarth, está 5 mm más cerca del suelo y tanto los espirales como los amortiguadores son más rígidos en ambos ejes respecto de la versión Turbo. Y también cuenta con un modo “Poison”, que mediante un botón rojo ubicado en el volante, hace más veloz el paso de marchas de la caja de cambios, aprovechando la disponibilidad de potencia. Por ejemplo, la versión Turbo 270 acelera de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos, mientras que la Abarth (con la función Poison) lo hace en 8,5 segundos.
Turbo.
De 1.3 litros de cilindrada y 175 caballos de fuerza.
Rápidamente encontramos una buena posición de manejo, mediante ajustes manuales, y la habitabilidad es una de sus fortalezas. Destacamos la calidad percibida de sus materiales y revestimientos, tiene buenas terminaciones y nos encantó su tapizado. Si ya te subiste a un Pulse, vas a notar ciertas similitudes en su diseño. Más allá del tablero digital de siete pulgadas, te va a llamar la atención la pantalla multimedia de 10.1 pulgadas con conexión AppleCarplay y Android Auto sin cable. Además ofrece climatizador automático, encendido remoto, cargador inductivo, control de velocidad crucero, acceso y encendido “sin llave” y cámara retroceso, entre otros.
Las que viajen atrás estarán cómodas, y si encarás un largo viaje el baúl será tu gran aliado, es enorme. Amamos sus 600 litros, el más grande del segmento, para que tengas una idea, te permite acomodar 5 valijas y varias mochilas cómodamente.
Llega con cuatro airbags, ESP y control de tracción plus, asistente de arranque en pendientes, monitoreo presión neumáticos y ayudas a la conducción como freno autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento de carril y encendido automático de luces altas.
Se ofrece en $ 31.500.000 para la versión Turbo 270 y de $ 33.900.000 para la variante Abarth.
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