Una nueva historia se suma a nuestra sección Mujeres Seguras.
Esta vez, te traemos junto a Answer Seguros el relato de Yesica, una mujer que, ante una necesidad, superó las dudas, se animó y se puso al volante de su auto y de su emprendimiento.
Cuando compramos el auto, yo trabajaba todo el día. Entonces no era algo que me preocupara aprender.
Luego me quedé sin trabajo. Empecé a vender ropa a domicilio y me daba impotencia ver el auto guardado en el garage todo el día, esperando a que llegue mi marido para salir con el bolso gigante a llevarles las prendas a mis clientas.
Un fin de semana le dije a Dari -mi marido- que me lleve a aprender. Él no me tuvo paciencia, me llevó solo dos días pero yo puse mucha atención.
Después de eso estuve una semana dudando si sacar el auto del garage sola o no… Hasta que finalmente lo arranqué, hice marcha atrás y salí para la casa de mi mamá (sin saber poner del todo los cambios jaja).
Desde ese momento no solté más el auto, me ayudó a ser más independiente y a darme cuenta de que soy capaz de hacer lo que me proponga. Aunque mi marido ahora se aprovechó y soy yo quien lo lleva a hacer todos los service, cargar combustible y demás jaja.
Les digo a las chicas que están en la duda: anímense, suéltense. La mejor manera de ganar experiencia con el auto es usándolo, solas, sin que nadie nos ponga nerviosas.
Hablamos de miedo, hablamos de fobia, hablamos de pánico, hablamos de temor. Todos circ...
Aprender a manejar, no importa la edad.
Hace un tiempo les preguntamos a las que habían aprendido a manejar en academias, cuále...