Lo probamos para conocer cómo se siente en el día a día. Tecnología, confort y asistentes de manejo fueron los grandes protagonistas de esta experiencia que eleva el estándar de este SUV mediano. Te contamos todos los detalles.
El nuevo Volkswagen Tiguan ofrece una propuesta clara: ser más moderno, más conectado y elevar la experiencia de manejo en el competitivo segmento de los SUV medianos. Con dos versiones disponibles (Life y R-Line), motor 1.4 TSI de 150 CV y un fuerte foco en tecnología y seguridad, el Tiguan apunta a quienes buscan un vehículo familiar, cómodo y con detalles de categoría superior.
Fabricado en México sobre la plataforma MQB Evo, el nuevo Tiguan muestra una evolución estética que se nota a primera vista. El diseño es más robusto y sofisticado, con faros LED de serie y llantas de 19” en la versión probada (R-Line). En la misma que presenta detalles que hasta hace poco veíamos solo en modelos europeos: la grilla frontal iluminada en LED y el logo de Volkswagen iluminado, tanto adelante como atrás. En la parte trasera, una barra de luz LED tipo light strip une los faros y refuerza la sensación tecnológica. Al abrir la puerta, otro guiño premium: el logo de la marca proyectado en el piso, un detalle sutil pero muy logrado.
Puertas adentro, el salto es grande. El Tiguan transmite calidad, amplitud y una ergonomía muy bien resuelta. La versión R-Line suma uno de los puntos más comentados de esta generación: butacas delanteras eléctricas con calefacción, ventilación y función masaje. Sí, masajes para vos y para quien te acompañe. Las usamos muchísimo… y ya las extrañamos.
También suma techo panorámico, terminaciones exclusivas y una atmósfera interior que invita a viajar. La posición de manejo es excelente, de las mejores del segmento, con todos los comandos bien ubicados y una sensación de control total.
El sistema multimedia gana tamaño y protagonismo, con una pantalla de 15 pulgadas en la versión que probamos. Ofrece conectividad inalámbrica, cargador por inducción y un funcionamiento intuitivo y ágil. Un detalle que suma experiencia es la iluminación ambiental personalizable, con hasta 30 colores disponibles (sí, elegimos rosa, obvio). Combinada con el muy buen sistema de sonido y el alto nivel de confort, permite crear distintos climas a bordo según el momento y el tipo de manejo.
La seguridad es uno de los pilares del nuevo Tiguan, especialmente en la versión R-Line que manejamos. De serie ofrece seis airbags, controles de tracción y estabilidad y monitoreo de presión de neumáticos. En asistencias a la conducción, el equipamiento es muy completo: control de crucero adaptativo con función stop & go, Travel Assist para ruta, asistente de mantenimiento de carril, detector de fatiga, detector de punto ciego con alerta de tráfico cruzado trasero y freno autónomo de emergencia con detección de peatones y ciclistas.
Y un dato que sorprende: el Tiguan puede estacionar completamente solo, sin que la conductora tenga que mover el volante ni cambiar de marcha. Solo activás el sistema y el auto hace todo el trabajo. En la R-Line se suman faros IQ.Light con Matrix Beam, cámara 360° y asistentes avanzados como el Emergency Assist.
Ambas versiones equipan el motor 1.4 TSI de 150 CV y 250 Nm, asociado a la caja automática DSG de 7 marchas y tracción delantera. No busca deportividad extrema, sino una conducción suave, eficiente y muy agradable para el día a día. En ruta y autopista se destaca el aplomo que sentís, la buena insonorización y la estabilidad. En ciudad, los neumáticos de perfil bajo de la versión R-Line hacen que el andar se sienta un poco más firme. Es una auto que se disfruta e invita planificar largos viajes.
Lo que amamos
Lo que mejoraríamos
El nuevo Volkswagen Tiguan apuesta fuerte al confort, la tecnología y una experiencia de manejo pensada para disfrutar, tanto en ciudad como en ruta.
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