¿Sabés medir el aceite de tu auto? Tres pasos para hacerlo como una experta

Mantener el auto en condiciones no es solo una cuestión de cumplir con el service anual; son los pequeños hábitos mensuales los que te dan verdadera autonomía y aseguran que tu compañero de ruta te siga el ritmo. Uno de los puntos vitales para evitar averías costosas es la lubricación y controlar el aceite vos misma te lleva apenas unos minutos y te da la tranquilidad de saber exactamente en qué estado está el “corazón” de tu vehículo.

Para que no te tome por sorpresa, incorporá estos tres pasos en tu rutina de chequeo:

1. El momento ideal: Cuando midas el aceite, hacelo siempre con el motor en frío. Lo ideal es realizarlo antes de arrancar por la mañana y con el vehículo en una superficie plana; esto garantiza que el líquido esté asentado y la medición sea real.
2. Lectura de la varilla: Ubicá la varilla de medición (suele tener un color llamativo o estar incorporada a la tapa del depósito). Sacala, limpiala con un papel secante o un trapito que no deje pelusas, volvela a introducir hasta el fondo y retirala de nuevo. El nivel debe estar justo entre las dos marcas de mínimo y máximo.
   • Ojo: Si está por debajo de la marca inferior, las piezas del motor sufren fricción y pueden dañarse gravemente; si está por encima, la presión interna puede ser excesiva.
3. La frecuencia recomendada: No esperes a que se prenda una luz de alerta en el tablero. Los especialistas recomiendan realizar este control una vez por mes y, sin falta, antes de emprender cualquier viaje largo. Es la mejor forma de asegurar que el motor trabaje siempre con la temperatura y protección adecuadas.

Si al medir notás que el nivel está bajo y necesitás rellenar, la clave es no usar cualquier aceite, sino uno que respete la viscosidad que indica el manual de tu auto. En este punto, la tecnología juega a tu favor. Líneas premium como ELAION AURO de YPF están diseñadas bajo el concepto de “Tecnología en Evolución Constante”, lo que significa que ayudan a mantener el motor limpio de depósitos y hollín, además de controlar mejor la temperatura interna. Al final del día, elegir un lubricante homologado por los fabricantes es la forma más sencilla de extender la vida útil del motor y viajar con menos preocupaciones.